3. Mi vida china antes de China

Hola de nuevo, ya esta entrada y paro. Que ahora se me ocurrirán cosas que escribir por la calle y no las haré, sin embargo llegaré a la casa o a algún sitio en el que haya wifi (en Roma no sé aún si tengo piso porque no me responde el señor... y encima ya le he pagao) y no se me ocurrirá nada. Al final morirá el blog (espero que no) o quedará en coma durante algunos meses hasta que vuelva a viajar y a contar polladas.

Asín que esta entrada va dedicada a todos aquellos chinos que he conocido hasta ahora (nihao Heyu), y experiencias que he tenido con toda esa comunidad china en España. Hijos de shu mare que se van a hacer con el mundo y yo, por supuesto estaré ahí para ayudarlos y que me tengan como trabajador y me paguen mi buen sueldo como intérprete (SEH, no me lo creo ni yo).

Pos ea, que a mí desde siempre ma gustao to eso de China, Japón y gente con ojos como rayas (mi abuela decía "yo no zé ni cómo ven con loh ohoh azín"), y cuando iba a un restaurante chino parecía que estaba yendo a comer con el emperador o algo porque me portaba súper bien (no como ahora que voy y le hablo en dialecto a la china, porque siempre es una china la que te atiende o en defecto el trabajador español o moro que hayan contratado recientemente, ya que ahora tienen el deber de hacerlo). Cierto es que yo siempre me he portado súper bien (una vez que tuve conciencia, ya que si hubiera sido así siempre, mi madre igual habría tenido otro hijo) y tengo un ego que creo que es lo peor de mí en verdá. Después de conocer los restaurantes me compré libros para aprender japonés y aprendí algo pero con 7 años pues complicado lo veía, así que lo dejé. Y lo retomaré. Yo no me voy de esta vida sin saber japonés.

Hago un insiso. Creedme que no soy un friki de esos que se visten de monos para el salón del manga y esperan con ansia a que llegue. De hecho, cada vez que voy al salón del manga lo hago para darme cuenta de que cada año es más cutre. Y no soy negro (léase emo/gótico), ni leo manga en la clase, ni pinto a Sailor Moon en mis ratos libres. Mis preocupaciones son más del tipo "voy a traerme un cojín a la facultad porque estas sillas son mas duras que el culo de un ciclista". Y sí, aunque me pese, soy universitario.

Y en realidad no mucho más, solo que ahora voy cada semana por lo menos una vez al chino, aunque siempre comamos lo mismo y sea la comida más española que la que hace mi madre, porque el pollo "al curry" del otro día sabía a potaje. Se creerán que me creo que me están vendiendo comida china y sé perfectamente que compran los productos en el Mercadona. (Mercadoona, mercadona). Y esso.

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